"UN MÉTODO PELIGROSO"
Dentro de esta película podemos ver a Jung trabaja por
primera vez el método psicoanalítico de Freud, el mismo que será utilizado con
la paciente Sabina Spielrein, quien durante las sesiones que tenía con el
doctor Jung, le cuenta sobre los maltratos que su padre le propiciaba ante la
más mínima falla de su parte. A su vez ella acepta el hecho de que dichos
maltratos despertaban excitación en ella.
Como se menciona en las obras de S. Freud "...las influencias experimentadas durante los años infantiles determinan, en cada individuo, la modalidad especial de su vida erótica, fijando los fines de la misma..." Basados en esto, podríamos explicar la razón por la que Sabina sentía excitación sexual ante los golpes de su padre. Dentro de su obra S. Freud también menciona que, si las necesidades eróticas de la persona no son satisfechas en la realidad, se verán orientadas hacia toda nueva persona que se aproxime, lo que haría posible que se vea orientada hacia el médico. Bajo este fundamento podríamos comprender la fuerte transferencia por parte de Sabina hacia Jung.
La transferencia (sentimientos), provoca en la paciente que pierda todo interés por la cura y únicamente desee hablar sobre su amor y la correspondencia del mismo; la paciente iniciará a comprobar sus poderes atractivos con el afán de quebrantar la autoridad del médico y hacerle descender al puesto de su amante.
Como se menciona en las obras de S. Freud "...las influencias experimentadas durante los años infantiles determinan, en cada individuo, la modalidad especial de su vida erótica, fijando los fines de la misma..." Basados en esto, podríamos explicar la razón por la que Sabina sentía excitación sexual ante los golpes de su padre. Dentro de su obra S. Freud también menciona que, si las necesidades eróticas de la persona no son satisfechas en la realidad, se verán orientadas hacia toda nueva persona que se aproxime, lo que haría posible que se vea orientada hacia el médico. Bajo este fundamento podríamos comprender la fuerte transferencia por parte de Sabina hacia Jung.
La transferencia (sentimientos), provoca en la paciente que pierda todo interés por la cura y únicamente desee hablar sobre su amor y la correspondencia del mismo; la paciente iniciará a comprobar sus poderes atractivos con el afán de quebrantar la autoridad del médico y hacerle descender al puesto de su amante.
Jung mantiene una conversación con Otto Gross, aquí Jung
le expresa que como profesional debe saber manejar este tipo de situaciones.
Otto Gross refuta diciendo que él, avisa a sus pacientes que existe este tipo
de sentimientos y las convence de que es parte de la enfermedad, pues él está
de acuerdo en que el terapeuta mantenga relaciones amorosas con sus pacientes y
de esta manera liberar las represiones de sus pacientes. Esto para Freud sería
un completo desatino ya que crea obstáculos difíciles de vencer y la paciente
conseguiría su fin de mantener la represión en tanto que el médico no
conseguiría el suyo. https://www.youtube.com/watch?v=llE8T26chLU
Sabina Naftulovna Spielrein, fue una chica rusa. Hija de un hombre judío y una mujer de religión ortodoxa, con la que tuvo cinco hijos, de los que Sabina fue la mayor.
El padre de Sabina era un hombre violento, manipulador, que ejercía una influencia sumamente perniciosa sobre su familia, y que no hacía ascos al castigo físico cuando lo creía oportuno, que solía ser bastante a menudo.
Así las cosas, no es extraño que la pequeña Sabina empezase a mostrar síntomas de que algo extraño le sucedía; los detalles no son precisamente agradables, pero baste decir que despertaron en ella una muy precoz sexualidad masoquista, y un comportamiento compulsivo que se fue agravando conforme se fue haciendo mayor. A los dieciséis años, tras la muerte de su hermana pequeña, el estado de Sabina empeoró: sufría bruscos cambios de humor, histeria; incluso intentó suicidarse. Fue entonces cuando sus padres decidieron tomar cartas en el asunto, y la internaron en una clínica suiza, donde tuvo que sufrir los temidos tratamientos con electroshock. Viendo que no servían de nada, los Spielrein decidieron trasladar a su hija a una nueva clínica, la clínica Burghölzli permanecería durante casi un año y allí conocería al hombre que cambió su vida: Carl Gustav Jung.
Lo cierto es que Jung consiguió una inmensa mejoría en Sabina Spielrein, hasta el punto de que, todavía interna en la clínica, la joven decidió matricularse en la universidad de Zurich, dispuesta a convertirse en psiquiatra. Sabina era una persona académicamente brillante, y pronto obtuvo estupendos resultados en sus estudios, incorporándose como ayudante de campo en las investigaciones del propio Jung.
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